26.10.09

humanidades (hasta agotar stock)

Patricio y Natalia estaban tan ansiosos por ir a ese cumpleaños que llegaron con una semana de anticipación. Su determinación era tal que hasta se pelearon con el “patovica” de la puerta del bar donde se realizaba (siete días después) la fiesta (a la que finalmente no fueron).

Diego es particular hasta para atarse las zapatillas. De chico, quiso aprender el modo “normal”, pero no lo logró. Bah, obtuvo el mismo resultado final a través de un camino diferente. Un cordón que vuela para allá, otro para acá, ajustar, pasar y listo. Ver para creer.

Marcos no necesitaba echar a nadie de su casa cuando tenía invitados y quería irse a dormir. Con su clásico “Bueno, muchachos…”, todos sabían que era tiempo de partir. Y aún lo saben.

Emiliano instaló la técnica, pero el Beto la llevó a la perfección. Cuando ansían abandonar una fiesta o un boliche y no quieren ser convencidos de lo contrario, tiran la famosa “bomba de humo” y se van sin saludar.

Le dicen “El incondicional”. Y es que no se pierde cumpleaños, fiesta, bautismo, despedida, asado, reunión o salida a la que lo convoquen.

Gabriel trabaja de noche en un octavo piso desolado y casi en penumbras. Pero no está solo. Una vez vio una silla moviéndose de acá para allá por sus propios medios. Y también asegura que las computadoras se prenden y apagan solas. “Hay fantasmas”, dice.

Diego tiene muy poca maña para arreglar las cosas del hogar. Y una gran capacidad de adaptación. Por eso, cada vez que quiere usar la cocina, tiene que abrir la llave de gas y encender siempre la misma hornalla que pierde. Por eso, ahora que se le rompió la soga de la persiana del living, ese ambiente parece condenado a la oscuridad.

En Malasia, Carolina y Ezequiel se metieron en un curso de meditación Vipassana. Tenían miedo de no aguantar los diez días que dura aquella experiencia, así que fijaron una contraseña por si querían darse a la fuga. “Está todo bien”, era la clave. El problema es que allí adentro no los dejaban hablar. Carolina no tardó en cansarse, pero no sabía cómo comunicarse con Ezequiel, que parecía muy concentrado en las técnicas de meditación. Hasta que, luego de varios días, él se levantó la remera cuando nadie miraba. En su panza, escrito con marcador, decía: “Tomo el desayuno y me voy”.

22.10.09

Esa utopía recurrente de romper con todo

¿Quién no la tuvo alguna vez? ¿Cuántos realmente la cumplen?

Música: Society, Eddie Vedder (Banda de sonido de la película Into the wild)

17.10.09

Vino (y se fue)

Un vasito. Y otro. Y otro más. Malbec. Syrah. Cabernet. Otro corcho que se va. Otro vaso que se llena. Un par de patadas por debajo de la mesa. Y otro vaso de tinto. Salud. Y otro. Y otro más. Hasta que la cabeza dice basta. Qué bueno el futón. Y la mañana que llega. Con cierto mareo. Y una sorpresa. Se había ido. Ya no estaba. Por fin se fue.

9.10.09

La cátedra

“Con el tiempo, no esta noche, Humberto va a saber que sólo le falta su propia historia. Encontrarla. Conseguirá precisar algo de eso en una caminata por los entrepisos del shopping, o al aplastar entre dos porciones y el moscato su masa cerebral contra el mostrador de la pizzería: su historia no tenía imágenes dentro de él. Parpadeaba en alguna otra parte. En el espanto, llegará a decir Humberto. Recién entonces empezará a comprender que lo abominable, eso apagado, raspando, persiste siempre en los bordes de las cosas.”

La cátedra, Nicolás Casullo

Como recuerda Ricardo Forster hoy en una columna publicada en Página/12, hace un año fallecía Nicolás Casullo. El Doctor Chapatín, como muchos estudiantes de Comunicación le decíamos desde las sombras, fue quizás el profesor que más impacto me causó en mis años de paso por Ramos Mejía. Pasión. Eso es lo que uno llegaba a sentir a veces en sus téoricos y a lo largo de buena parte de esa historia del pensamiento trazada en el libro Itinerarios de la modernidad.

Todavía recuerdo aquella mañana del 19 de diciembre de 2001, cuando Casullo, el titular de la cátedra, me tomó el final de Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo (PCPC, en la jerga estudiantil). Sí, el 19 de diciembre. Apenas un rato antes que la historia argentina inmediata diera un vuelco. Estaba nervioso, como siempre antes de un exámen oral. Pero el Doctor Chapatín transmitía paz y serenidad. Y pude aprobar sin problemas.

Casullo me hizo conocer, entre otras, la obra de tipos como Karl Kraus, aquel ácido periodista vienés que en soledad escribía, editaba y vendía su propio periódico (La Antorcha) y que ya en 1910 decía cosas como esta: “Estoy convencido de que los acontecimientos ya ni siquiera acontecen. Son los clichés, la fraseología la que trabaja por su cuenta. El lenguaje ha podrido la cosa, el tiempo tiene hedor de frase periodística”.

Hoy, un año después de la muerte de Casullo, casi con seguridad tengamos una nueva Ley de Medios. Ojalá así sea, aunque la norma pueda tener sus deficiencias. Al menos, para que podamos respirar mejor. Para que ese hedor no sea tan nauseabundo.

Rebelde

5.10.09

Código genético

H(82) N(94) MV(07) V(07) – H(05) L – 12 01 76 – D – M S J – L – L – A J – K L I A L L M M J – 86 95 99 04 – H M M P – M F MV JM L MV – A L L J Z C – 1619 408 601 1701 2027 3915 – 12A 11 20A 14A 9C 717 – M E I E G E P – BB CS CA – CC UBA ISCEA – 88 93 – RP – LH – M A S I E N D G S S(09) D – C R E L L L M R L – MV – ML – G D – S M T C P A T F M S L L JI I J A E C E P V JP R F J – BUE MAS PDE MON FLO SAL MIA CAN HAB SAN CIE TRI SCU BAR MAD ZAR BCN MAL PRA NIZ ROM FLO VEN AMS PAR LON COL PIN MDP MAD BAR SMA PEN RAF CAR MAR CHO RIO NAT ITA FOR PIP CQU LIM CUZ PUN COP IDS ARE PAR HUA MAN QUI YAV HUM IRU MAI TIL PUR SAL CAF ANG CAC TUC TAF IGU ASU SPE CHA VLI VGE LAP CPA RCE AZU MSP CAR – GNR NIR PJ SS RH MASS R LG MN CT JD STP BV BAB – MMET MMER MMEA – … ¿?