Cuando la Rusa no puede dormir, pone música y empieza a saltar en la cama hasta que se cansa tanto que se desploma sobre el colchón.
Silvia revisa todo antes de salir de la casa: la llave del gas, las canillas, las ventanas, la conexión a Internet. Vive con temor a olvidarse algo y provocar una pequeña catástrofe.
A veces Lucía se despierta en medio de la noche y se fija si su novio sigue respirando. Tiene medio que se le muera en la cama y dormir unas horas con una fiambre sin saberlo.
Cuando tiene que salir con alguna señorita, Iván se pone la camisa con motivos tipo “ta-te-ti”. Para él, es como la capa de Superman.
Al Negro le gusta dormirse viendo documentales, sobre todo los de animales marinos. Las imágenes de un azul oceánico surcado por focas, delfines, ballenas y cardúmenes de peces de todos los colores, le infunden una profunda sensación de paz.
Bishy es fanática de los búhos. En su casa tiene montones de figuras, cuadritos y postales de estos enigmáticos animalitos nocturnos. Claro, le encanta trasnochar. Sus ojos están siempre abiertos a pesar de la oscuridad que la rodea.
Cuando no quieren ver más a algún muchacho, las amigas de Verónica ponen en el freezer un papelito con el nombre del indeseable.
Daniel no puede dejar de cerrar siempre la cortina del baño y las puertas de los roperos. Cree que así impedirá que salgan los malignos seres que habitan en su interior.
Juan Cruz camina siempre mirando al piso porque le gusta coleccionar fotos viejas, cartas y hasta videos que a veces quedan tirados en alguna vereda.
Un día Lorena sacó la basura, pero cuando se acordó ya estaba en el colectivo…. y con la bolsa todavía en la mano.
Cada vez que Darío tiene que tomar una decisión importante, lo resuelve tratando de embocar un bollo de papel en el cesto de basura. Al mejor de tres, no, al mejor de 5, y así hasta que la suerte y la voluntad se ponen de acuerdo.
Cuando ve a alguien que va sonriendo solo por la calle, el Rueda se contagia enseguida y empieza a reir también.
3 comentarios:
Lucas es fanático del grupo Miranda!, y cada mañana mientras se baña, entona alguna de sus canciones.
Victoria sueña con convertirse en tenista profesional, a pesar de tener 30 años y ser empleada en una oficina.
Patricio lee pacientemente este blog, y cuando ve que encuentra respuesta, se pone ansioso por postear.
¡Un nuevo post por favor!
Lejos, lo mejor que has publicado hasta ahora
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