Cierra los ojos. Puede sentir como el agua del Río de la Plata besa sus pies mientras el viento le acaricia la cara. Más que nunca, es parte de la naturaleza. Los cuatro elementos acompañan el ritual: agua, aire, fuego y tierra. Muy cerca, la Pitonisa habla con sabiduría. Luego, moja sus ojos para que conserven el don de observar, sus oídos para que sean amplios al escuchar, su boca para que nunca calle la verdad, su nariz para que perciba todos los olores del mundo, su frente para que el pensamiento siempre lo acompañe, su pecho para que su corazón nunca deje de sentir. Y entonces le susurra su nuevo nombre: “Amuylewfu”, el río que no se detiene.
1 comentario:
Bienvenido a la vida nueva. Que todos tus sentidos se mantengan bañados de deseos y buenos augurios.
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