15.5.09

Cuestión de tiempo

En el Pasaje Rivarola el tiempo parece detenido. Y lo está. En ese rincón escondido de la ciudad se encuentra el Cementerio de los relojes, como alguna vez lo denominó Juan Miguel Raab, dueño de “Casa Raab”, un lugar donde cientos de estos viejos aparatejos aguardan para ser reparados. Un apabullante silencio de tic-tac.

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