12.6.14

Zvonimir


Tengo varias camisetas de fútbol, pero sin dudas una de mis preferidas es la de la selección de Croacia. Es cierto, no es de las "oficiales"; la compré por unos 10 euros en un puestito de una feria de Florencia durante un viaje a Europa con mi hermano Marcos, varios años atrás (él eligió la de un arquero, el mítico Gianluigi Buffon). La tela es medio trucha, pero ese diseño azul con cuadritos rojos y blancos a los costados siempre me fascinó. Además, no es cualquier casaca: ésta lleva el "10" en la espalda y el apellido de un gran jugador croata: Boban.

Zvonimir Boban nació el 8 de octubre de 1968 en Imotski, un pequeño pueblo de la entonces Yugoslavia. La rompió en el Dinamo Zagreb, donde además de jugadas mágicas y grandes goles, todavía lo recuerdan por una célebre patada voladora contra un policía en un clásico caliente contra el Estrella Roja de Belgrado que se jugó el 13 de mayo de 1990 y que incluyó una feroz batalla campal. Para muchos, fue un simbólico "puntapié inicial" de la terrible guerra que se desató en la región poco después. "No me siento un soldado croata ni un héroe, sino una persona normal, con dignidad. Los héroes llegaron con la guerra. Nosotros sólo fuimos rebeldes", recordó hace poco en una entrevista con el diario Sport.

Lo suspendieron por seis meses y se perdió el Mundial de Italia '90 (Yugoslavia cayó por penales ante Argentina en cuartos de final), pero su carrera futbolera siguió en ascenso. En 1991 lo compró el Bari y rápidamente dio el salto al poderoso Milan, donde brilló y consiguió títulos varios a lo largo de una década. En la selección, tuvo compañeros de lujo como Robert Prosinecki y Davor Suker. Bajo la bandera de Yugoslavia, los tres habían ganado el Mundial Juvenil de Chile 1987 (Boban hizo el gol yugoslavo en el 1-1 de la final contra Alemania y definió la serie para la victoria 5-4 en los penales). Años después, ya jugando para Croacia, fueron claves en aquel histórico tercer puesto conseguido en la cita grande de Francia '98. Boban fue el capitán del equipo que cayó 1-0 (¡gol de Mauricio Pineda!) con la Argentina de Daniel Alberto Passarella en la fase inicial y que luego dejó en el camino a Rumania en octavos para propinarle un recordado 3-0 a Alemania en cuartos. Croacia perdió 2-1 en semis ante el local Francia, a la postre el campeón del mundo, pero cerró su participación con un triunfo por el mismo marcador ante Holanda y se metió en el podio mundialista.


Zvonimir Boban dejó el fútbol en 2002, cuando jugaba para el Celta de Vigo. Ahora, además de ocasional comentarista de partidos por TV, es profesor de Historia. Hizo historia, enseña Historia. Así es Zvonimir. Quizás algo hayan aprendido de él cracks actuales como Modric, Rakitic o Mandzukic... ¿Podrá Croacia repetir en Brasil una actuación como la de Francia 98?

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