29.6.09

Cuando uno sabe en sueños que sueña

“Cuando uno sabe en sueños que sueña, está a punto de despertarse. Yo me despertaré enseguida. Quizás este fuego no es otra cosa que el primer rayo de sol del amanecer de otra realidad que se cuela debajo de mis párpados cerrados”.

El espejo en el espejo, Michael Ende.

Sueños. Algunos nos asaltan de noche y con los ojos cerrados. Otros, los elaboramos y saboreamos a plena luz del día. A veces nos abandonan, pero también somos nosotros quienes solemos renunciar a ellos o -al menos- postergarlos. A veces son tan placenteros que nos gustaría que no terminen nunca. A veces llegamos a concretarlos.

Después de ver Revolutionary Road, la película de Sam Mendes que acá se llamó Sólo un sueño, recordé aquellas líneas de Michael Ende y también una extraña capacidad que he tenido de tanto en tanto: cuando me encuentro inmerso en un pasaje onírico que no me gusta, puedo interrumpirlo. Es decir, me concentro y hago todo lo posible para que mis ojos se abran. Ellos, obedientes, lo hacen. Y fin del sueño.

Durante la vigilia, por cierto, las cosas son distintas. No hay dudas: con los ojos abiertos, es mucho más difícil dejar de soñar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me deprime eso de postergar suenos. Si estas frente a un sueño q se te hace realidad....no lo dejes ni lo postergues...puede ser tu única oportunidad....