"¿Me vas a llorar, Rueda?" La pregunta salió -unos meses atrés- de boca del Tano. Tal vez estaba deprimido o quizás era otra de sus habituales bromas. Lo cierto es que en unos días viajaba por laburo a Chicago e insistía en que su avión se iba a caer. "¿Me van a llorar?", preguntaba una y otra vez. "Dejate de joder, Tano", contestábamos casi a coro con Paco y El Beto.
Por supuesto, su avión no se cayó. Pero, pocos meses después, la vida del Tano se apagó inexplicablemente. Y ahora, a kilómetros de distancia, absorto, triste y aún incrédulo, recuerdo aquella pregunta, entre seria e irónica: "¿Me vas a llorar, Rueda?".
Por supuesto, su avión no se cayó. Pero, pocos meses después, la vida del Tano se apagó inexplicablemente. Y ahora, a kilómetros de distancia, absorto, triste y aún incrédulo, recuerdo aquella pregunta, entre seria e irónica: "¿Me vas a llorar, Rueda?".
2 comentarios:
qué le pasó??
Lo siento mucho...
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