Un hombre espera al
viento en medio de la laguna, una oveja se queda petrificada frente a una
cámara y la vieja estación sigue huérfana de trenes. El tiempo parece detenido,
pero no. En Navarro, un rato antes de las cuatro de la tarde del domingo, las únicas
que se mueven son las agujas del reloj.
Navarro, provincia de Buenos Aires
1 comentario:
Muy bueno.
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