26.10.07

Naturaleza viva

Más allá de plazas, parques y canteros. De boulevares, viveros y balcones. La vegetación parece aguardar su turno debajo del asfalto, anidada en la tierra que grita su prisión de moles de cemento. Cuando encuentra un resquicio, un sustrato fértil para volver a nacer, allí aparece el verde.
La vieja casa sobre la calle Alsina, entre Bolívar y Defensa, me hace pensar en una ciudad abandonada donde la naturaleza vuelve a reinar. Musgos, pasto y pequeños arbustos comienzan a surgir desde las juntas de las paredes y baldosas. Un manto verde comienza a extenderse, miles de enredaderas germinan espontáneamente y aferran sus gruesos tallos contra el concreto.

No es un abrazo ni un gesto de amor. Es la victoria final de la naturaleza viva, que como una boa constrictora oprime a su víctima para causarle la muerte y luego devorarla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una manera de gritar que ese lugar le pertenece...